Nuestra postura expresa lo que las palabras no siempre pueden. El músculo se convierte en la herramienta corporal de la emoción. Cada emoción determina acciones musculares que pueden generar en el cuerpo un desequilibrio que modifica la postura en una determinada dirección. Podemos expresarnos pasando de una actitud a otra siempre que nos adaptamos a las circunstancias y podamos gestionar nuestras emociones. En cambio, cuando una emoción se instala permanentemente, el desequilibrio muscular también aparece permanentemente.  Progresivamente se forma una cadena de tensión muscular que atrapa al cuerpo en una tipología postural provocando dolor.

El estrés es el principal desencadenante en las alteraciones de la postura.

El estrés no solo provoca alteraciones viscerales y sus dolores reflejos correspondientes, sino que también acaba por alterar la postura en los tres planos del espacio

Hay una clara relación entre la presencia de ansiedad o estrés y la adopción de una actitud postural de repliegue.

El «problema » es evolutivo y reversible, por lo tanto, el factor o factores que lo generan pueden desaparecer, dependiendo incluso de a qué edad lo analicemos. Según mi experiencia la prevalencia de esta actitud postural es mayor en edades comprendidas entre los 30 y los 50 años.

Los principales factores de estrés según mi experiencia son: el trabajo, la competitividad,  preocupaciones económicas, pero sobre todo, miedos y conflictos de la infancia no resueltos.

Nuestra postura desvela nuestros secretos más íntimos y cambia cuando lo hacen nuestros pensamientos y emociones. Sólo entonces desaparece el dolor crónico.

Durante años me he sentido intrigado por el lenguaje corporal. He podido comprobar como nuestros estados emocionales dan forma a nuestro cuerpo.

Nuestra postura viene dada por esta secuencia.

1- Tengo un pensamiento

2- Este pensamiento viene con una emoción

3- Esta emoción mantenida, crea un sentimiento

4- Este sentimiento mantenido crea un carácter

5- Este carácter sostiene nuestras emociones que guardadas en nuestro cuerpo dan forma a nuestra postura apareciendo el síntoma. La alteración en la postura, crea cavidades y estructuras que alteran nuestros sistemas dando lugar al dolor y la  enfermedad.

¿Quieres mejorar tu postura?

¿Quieres que desaparezcan tus dolores?

¿Te gustaría estar más conectado con tu esencia ?

¿Te sientes agotad@ y sin energía?

Tu Cuerpo quiere decirte algo.

El éxito de un buen tratamiento es la combinación entre la terapia física  acompañada de una reeducación postural y emocional.

¿Cómo son las sesiones?

️ Entrevista

️ Estudio de la postura

️ Tratamiento

️ Ejercicios correctivos

¿Qué vas a conseguir con las sesiones?

✅ Mejoraras tu postura

✅ Eliminarás las zonas de tensión y dolor

✅ Tendras un cuerpo más alineado y flexible

✅ Aprenderás a comunicarte mejor con tus emociones

✅ Reducirás los niveles de estrés y ansiedad

✅ Te sentirás más positiv@ y feliz